Un genio que dejó un legado de grandes aportes para la ciencia y que hasta la actualidad es recordado por su famosa teoría de la relatividad con su fórmula E=MxC2.

Einstein es sin duda un personaje que ha dejado su marca en la historia de la humanidad, gracias a su gran inteligencia con la cual no solo logró renombre en la comunidad científica sino que cambió en muchos aspectos el panorama que se tenía hasta entonces de la ciencia.

Pero es necesario recordar que a pesar de su gran fama, Albert Einstein alguna vez también fue un niño como muchos otros, que entonces para algunas personas no pasaba de un niño ordinario o común, e incluso hubo una ocasión en que un profesor lo despreció y le dijo que nunca llegaría a ser nadie en la vida. Una situación que a otras personas podría haber desanimado, pero no con Einstein quién con el paso de los años le demostraría a ese profesor que se había equivocado.

Siendo niño, Albert Einstein ingresó en la escuela Luitpold Gymnasium, donde era uno más de los mil alumnos que cursaban estudios básicos. El colegio tenía fama de estricto y su sistema de enseñanza era mecánico y aburrido, con poco espacio para la creatividad.

Desde el primer momento, el joven Einstein mostró ser un alumno especial. Eran constantes sus preguntas en clase a los profesores, quienes en ocasiones no sabían la respuesta.

Jamás aquel niño encontró su motivación para el estudio en esa escuela. El punto culminante de su paso por este centro fue cuando su profesor de griego le dijo delante del resto de alumnos, que “jamás llegaría a nada en la vida”.

(De: maximopotencial.com)

Fotografía Albert Einstein durante su infancia. (fuente: webdelmaestro.com)

Pero vayamos en orden: Einstein nació un 14 de marzo de 1879, en Ulm (Alemania), dentro de una familia judía. Sus padres fueron Hermann Einstein y Pauline Koch.

Su madre tenía el talento de saber tocar diversos instrumentos musicales, inspirando la pasión musical que Einstein demostró desde muy pequeño. También tuvo gran influencia en su persona su tío Jakob Einstein, ingeniero, que le daba libros de ciencia para que los leyera.

Además Jakob montó junto con el padre de Einstein un taller dónde llevarían a cabo proyectos y experimentos tecnológicos de la época y, a pesar de que éste terminó fracasando, Einstein creció impregnándose de ese espíritu inquieto y amante de la ciencia.

Einstein fue un niño solitario que gustaba de entregarse al estudio y a la lectura bien concentrado y con paciencia. No pudo hablar sino hasta los tres años y aquello, unido a su carácter, hizo plantearse incluso a sus padres si aquel niño podría sufrir alguna discapacidad intelectual.

Ciertamente Einstein siempre alegó que cree que fue capaz de desarrollar la teoría de la relatividad debido a su desarrollo intelectual tardío, debido a que un adulto normal no se pregunta sobre el tiempo y el espacio, sólo cuando uno es niño.

Fotografía Albert Einstein durante su infancia. (fuente: webdelmaestro.com)

Aunque existe la idea errónea donde algunas personas afirman que Einstein no estudió bien en la escuela, esto es una falacia. En realidad joven Albert estaba muy por delante de sus compañeros en muchas disciplinas. Sin embargo a los maestros realmente no les gustaba el genio futuro, ya que Albert tenía un pensamiento crítico, solía discrepar y discutir en el aula con su profesores.

Podemos ver que a pesar de las dificultades que pudo vivir Albert en su niñez, ya iba demostrando lo que más adelante llegaría a demostrar: ser un genio. Y ahora vamos a conocer lo grandes aportes de este hombre a la ciencia y como esto ha afectado a nuestra vida actual, respecto a la tecnología que la humanidad ha logrado desarrollar.

Conoceremos en esta ocasión cuatro aportes de Einstein a la ciencia:

1. Navegadores GPS.

Todos los navegadores GPS –incluidas las aplicaciones móviles como las que nos ofrece Google Maps– funcionan midiendo la distancia que hay desde un punto cualquiera del planeta tierra hasta una veintena de satélites que orbitan a su alrededor. Para calcular esta distancia, se debe medir el tiempo que la señal emitida por los satélites tarda en llegar hasta el receptor. La teoría de la relatividad, publicada por Einstein en 1915, llegó a explicar por qué los relojes de los satélites tienen un adelanto de 38.000 nanosegundos respecto a los terrestres. Y aunque parezca algo tan pequeño, si no se tuviese esto en cuenta, los sistemas GPS cometerían errores de varios kilómetros.

Sistema GPS para autos.

2. Dispositivos láser.

Un año más tarde de describir la relatividad general, Albert Einstein publicó su teoría de la radiación estimulada, la cual es la base de los dispositivos láser. En la actualidad, esta tecnología se emplea para operaciones tan sencillas como leer un código de barras o señalar con un puntero, así mismo se aplica para delicadas intervenciones quirúrgicas o procedimientos industriales que requieren gran precisión.

Lector de barras láser.

3. Células fotoeléctricas.

Si no existiese la ley del efecto fotoeléctrico, por la que Albert Einstein mereció recibir el Premio Nobel en 1921, no habrían sido posibles la producción de los aparatos que transforman la luz en electricidad, como los paneles solares. Así como el encendido automático de las farolas cuando llega la noche, o el mecanismo que impide que se cierre la puerta de un ascensor cuando hay alguien delante, el regulador de los cartuchos de tinta de las impresoras o los alcoholímetros utilizan células fotoeléctricas basadas en las teorías de Einstein.

Paneles solares.

4. Movimiento de las partículas y de los mercados bursátiles.

Albert Eisntein llegó a desarrollar el teorema de fluctuación-disipación con el fin de explicar el movimiento aleatorio que se observa en las partículas que se hallan en un líquido o gas. Este movimiento –llamado ‘browniano’ en honor del biólogo escocés Robert Brown, quién fue el primero en observarlo en los granos de polen suspendidos en el agua– no es muy diferente de las alteraciones de los precios de los mercados bursátiles. Desde que se descubrió este paralelismo, las ecuaciones de Einstein también se usan en Wall Street.