La abeja es un insecto cuya labor va más allá de solo hacer miel, conozcamos su importancia.

A pesar que la abeja sea un insecto pequeño en comparación con nosotros los seres humanos y muchas veces cuando lo vemos volar cerca de nosotros nos de cierto temor por el hecho de que podría picarnos, la verdad este que pequeño ser cumple un papel fundamental en nuestro ecosistema, que probablemente algunos no conozcamos o no le demos la importancia que merece.

Si hemos de escuchar la palabra abeja y nos hicieran la pregunta sobre que nos brinda este pequeño insecto nuestra respuesta seguramente sería la miel. Y este es ciertamente uno de los productos que nos brindan estos pequeños animales, la miel que es un manjar de la naturaleza y además uno de esos pocos y raros alimentos que no se malogran con el paso del tiempo y que incluso pueden llegar a conservarse por millones de años.

«La miel de abeja no se echa a perder. Se trata del único alimento que no caduca y que posee una perdurabilidad increíble, si se conserva de forma adecuada. De hecho, se han llegado a encontrar tarros de miel que cuentan con miles de años de antigüedad y que todavía son comestibles.

Durante las excavaciones en Georgia en el 2012, se encontró un jarrón lleno que contaba con 5500 años. El producto se había cristalizado, algo natural después de tanto tiempo, pero bastó con poner el recipiente al agua caliente para que recobrara su consistencia anterior y pudiera degustarse».

(de: www.excelenciasgourmet.com)

Sin embargo, producir miel no es la única labor de las abejas, ya que si uno presta mucha atención cuando una abeja se posa sobre una flor y sale de ella, puede notar unos pequeños bultos amarillos que llevan con ellas, este bulto es el polen el cual les sirve al igual que el néctar de las flores, para alimentarse o para producir miel. El hecho es que cuando una abeja viaja de una flor a otra llevando el polen consigo, realiza una acción llamada polinización, la cual permite que las plantas se reproduzcan.

Esta actividad es importancia para que las plantas se puedan reproducir y brindarnos los frutos que los seres humanos comercializamos y consumimos como alimentos, además del hecho que las plantas son fuentes de oxigeno, ayudan a oxigenar la naturaleza.

«Teniendo en cuenta el papel que juegan las abejas en el proceso de polinización cruzada, se entiende la importancia que tienen en la biodiversidad del cultivo y en la agricultura y viceversa. De hecho hay estudios que afirman que un tercio de la alimentación que consumimos diariamente es producto de la polinización de abejas».

(de: www.conasi.eu/blog/consejos-de-salud/abejas-y-ecosistema)

De ahí que uno se podría poner a pensar en las terribles consecuencias que traería no solo para la naturaleza sino para las mismas personas, si las abejas muriesen o desapareciesen, ya que esto afectaría mucho a las plantas de ahí a los demás seres vivos.

Ciertamente el mejor ejemplo de esta situación queda bien reflejada en la película animada «Bee Movie«, de una abeja que lucha contra los humanos que se han apropiado de la miel. Y logra recuperar todo este producto a tal punto que las abejas dejan de trabajar y esto poco a poco va llevando a que las plantas y flores mueran.

La película animada «Bee Movie. La Historia de una Abeja», dirigida por Simon J. Smith y Steve Hickner, llegó volando a México, donde tuvo una premier de lujo como preámbulo para su estreno el próximo viernes.

Además de los escenarios de extraordinaria belleza, los personajes llenos de vida y color, así como una animación donde el derroche de tecnología e ingenio es incalculable, destaca la música escrita especialmente por Harry Gregson-Williams.

Basada en una historia escrita por Jerry Seinfeld en colaboración con Spike Feresten, el largometraje de dibujos encierra una comedia cinematográfica que a decir de sus productores «cambiará la manera de pensar de mucha gente sobre las abejas, su mundo y sus obras».

(de: vanguardia.com.mx)

Y aunque el caso de la película se bastante irreal, ya que es poco probable que las abejas dejen su labor normal de polinizar las plantas y producir la rica miel, lo que si es real es que los seres humanos con los productos que producen están llevando a la muerte de muchas abejas, lo cual podría llevar a una terrible catástrofe ecológica, con la duras consecuencias antes mencionadas.

«Según el informe “El declive de las abejas”, entre 1985 y 2005 las poblaciones de abejas disminuyeron un 25% en Europa y el declive continua actualmente. No sólo en nuestro continente, sino en todo el mundo (1), con el fenómeno de Colony Collapse Disorder (el síndrome del desplome de las colonias) afectando a un tercio de las colonias de abejas en EEUU a partir del año 2006 (3). Ésta desaparición alarmante de las abejas también significa que las cosechas y la producción de alimentos están en riesgo (3).

Varios y entrelazados son los factores que han contribuido al declive de las abejas. Las prácticas de la agricultura industrializada, tales como la monocultura y el empleo de los pesticidas y los herbicidas, están llevando a cabo la pérdida de hábitats de las abejas y, a largo plazo, contribuyen al cambio climático».

(de: www.conasi.eu/blog/consejos-de-salud/abejas-y-ecosistema)